domingo, 22 de marzo de 2009

Mariela Puebla

UN POEMA QUE NO QUIERE MORIR

En la Franja de Gaza
la poesía ha caído fulminada por la infamia.
Su cuerpo frágil
abre sus páginas mutiladas
al mundo constenado.
La palabra justicia
está a punto de volar despedazada en miles de gritos
y caer esparcida sobre la arena.
La oscuridad de las bonbas asesinas
va acallando el verso libertario,
aquel que ciego recorre las otroras calles
entre el honor y la sangre inocente.
La Franja de Gaza en llamas
es ahora el infierno impuesto por su
invasor Israel y sus ambisiones expansionistas.
Las páginas de un poema
yacen manchada de oprobio,
a pesar del lamento de los moribundos.
El chacal tiñe sus manos púrpura
odiosamente satitisfecho
mientras borra de la tierra las páginas
de la historia de un valeroso pueblo, Palestina.
El desierto se ha llenado de letras en agonía.
Sobre la palidez de la arena
hay un poema
que no quiere morir.

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