EL BARDO
Autor: Manuel Peregrini
Que miras mujer
con tanta pena
si así se quedan
todas las tumbas
de los pobres poetas.
Ni siquiera
una flor
ni siquiera una reja
tan solo
una cruz blanca
Y unas pocas letras.
En la que dice así:
que ahí yace
Él ultimo bardo
Él ultimo bardo
De este planeta.
El mismo que un día
le cantó al amor
y también a la belleza
el mismo que un día
le cantó al dolor
y también
A la tristeza.
Y hoy yace tristememte
en la soledad
De todos los tiempos.
en su tumba fría y gris
Su tosca osamenta.
Pero no te aflijas mujer
por tanta indolencia
sí así se quedan
todas las tumbas
De los pobres poetas.
He aquí uno más
Él más creyente
de los creyentes
Él más ingenuos
de los ingenuos
porque siempre creyó
en el amor
y en las cosas buenas
De esta vida.
Y hoy lloran
todas las palmeras a lo lejos
y más allá los cípreses
porque el alma
del poeta está llorando
De pena y dolor
por las grandes ingratitudes
que él no se merece
Después de su muerte.
Y hoy vaga su alma
entre la oscuridad y el silencio
esperando que algún día
la divina providencia
lo vuelva a reencarnarlo de nuevo
para cantarle de nuevo al amor
y también a la belleza
porque su alma
siempre fué
y será de un poeta.
Autor: Manuel Peregrini
Que miras mujer
con tanta pena
si así se quedan
todas las tumbas
de los pobres poetas.
Ni siquiera
una flor
ni siquiera una reja
tan solo
una cruz blanca
Y unas pocas letras.
En la que dice así:
que ahí yace
Él ultimo bardo
Él ultimo bardo
De este planeta.
El mismo que un día
le cantó al amor
y también a la belleza
el mismo que un día
le cantó al dolor
y también
A la tristeza.
Y hoy yace tristememte
en la soledad
De todos los tiempos.
en su tumba fría y gris
Su tosca osamenta.
Pero no te aflijas mujer
por tanta indolencia
sí así se quedan
todas las tumbas
De los pobres poetas.
He aquí uno más
Él más creyente
de los creyentes
Él más ingenuos
de los ingenuos
porque siempre creyó
en el amor
y en las cosas buenas
De esta vida.
Y hoy lloran
todas las palmeras a lo lejos
y más allá los cípreses
porque el alma
del poeta está llorando
De pena y dolor
por las grandes ingratitudes
que él no se merece
Después de su muerte.
Y hoy vaga su alma
entre la oscuridad y el silencio
esperando que algún día
la divina providencia
lo vuelva a reencarnarlo de nuevo
para cantarle de nuevo al amor
y también a la belleza
porque su alma
siempre fué
y será de un poeta.